El agua es un patrimonio común, cuyo valor todos debemos conocer. Cada persona tiene la obligación de utilizarla adecuada y racionalmente. Se necesita la participación de los miembros de la sociedad para que desde cada una de sus actividades, en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la comunidad, en las áreas de recreación…, consideren el valor del agua haciendo un uso eficiente del recurso y cuidando de no devolverla contaminada a la naturaleza para preservar la calidad de las reservas naturales del agua.

Te animamos a realizar un consumo sostenible de agua. Puedes hacerlo cambiando tus hábitos, mediante sencillas pautas de comportamiento.

• Ducharse en lugar de bañarse.
• Cerrar el grifo mientras te enjabonas, te afeitas o te cepillas los dientes.
• No usar el inodoro como papelera.
• Usar la lavadora y el lavavajillas sólo cuando estén llenos.
• No fregar los platos con el grifo abierto.
• No descongelar alimentos bajo un chorro de agua.
• Regar en las horas de menos calor; así se perderá menos agua por evaporación.
• Reparar cualquier fuga que tengas en el interior de tu domicilio.
• No tirar nunca al inodoro ni al fregadero aceites de freír, disolventes, pinturas, medicamentos sobrantes o caducados u otros productos tóxicos, ya que contaminan el agua, obstruyen las tuberías y dificultan la labor de las depuradoras de aguas residuales.
• Los detergentes de la lavadora y lavavajillas, los geles y champús contaminan el agua, así como los limpiadores agresivos. Por eso, utiliza sólo las dosis necesarias.